He querido representar al hombre maduro de la época antigua donde el ser culto y noble se transmitía, en parte, por su apariencia. La clave es la transformación, el tránsito de la oscuridad a la luminosidad a través de la lucha y el cambio del interior al exterior, reflejándose en una estética renovada. Por tal razón, el trabajo se realiza a partir de un mismo modelo. ¿De qué modo una persona puede parecer lo que no es o aquello que podría llegar a ser? Muestro la transformación mediante cambios progresivos en la luz de las imágenes, el vestuario, el maquillaje y la peluquería, añadiendo la propia interpretación del actor como aporte adicional a cada escena.
Peluquería: Carlos Valiente
Maquillaje: Jessi Esparza
Estilismo: La Cámara del Alquimista
Fotógrafo: Esteban Roca